Los Sistemas de Información Geográficos (SIG) están viviendo un auténtico boom los últimos años, siendo la alianza principal para las empresas a la hora de dar un paso más en sus estrategias. Y es que las grandes compañías se han visto en la necesidad de añadir una dimensión espacial a los datos de cara a ayudar en la toma de decisiones críticas, las cuales deben ser resueltas de manera segura y rápida.
Explotar la información geográfica, enriquecerla con las últimas tecnologías como son el Big Data, la Inteligencia Artificial, la Teledetección o el Computer Vision, y todo ello aplicarlo al negocio, permite crear soluciones llenas de valor estratégico. Por ello, podemos confirmar que tanto el Business Intelligence (BI) como los GIS, son herramientas que ayudan a mejorar los flujos de trabajo de la empresa, a aumentar la productividad, a reforzar la gestión y a impulsar el retorno de la inversión.
¿Cómo integran las empresas los datos GIS y el BI?
Actualmente nos encontramos en un ecosistema en el que, gracias al desarrollo de internet, de la tecnología móvil, etc., contamos con una ingente cantidad de datos disponibles. Todos estos datos están ocasionando un proceso de transformación en las organizaciones, siendo la mayoría compañías cuyas decisiones se basan en datos. En este panorama en el que los datos geolocalizados cobran protagonismo, se presentan como herramientas esenciales a la hora de agilizar los procesos a través de la impresión visual de datos complejos, permitiendo a su vez desarrollar sistemas que predigan el futuro, o que informen en tiempo real sobre lo que está ocurriendo.
Encontrar las diferencias entre BI y GIS no es sencillo, puesto que ambas herramientas colaboran estrechamente, permitiendo transformar los datos brutos (tanto públicos como privados de las empresas), en información valiosa, capaz de ser analizada con el fin de facilitar la toma de decisiones estratégicas.
Captura de la solución desarrollada por DOTGIS para Grupo Lar en la que se integran ambas tecnologías:
Por tanto, es evidente que tanto BI como GIS cumplen funciones muy similares, puesto que ambas se desarrollan adquiriendo, organizando y analizando datos, para luego entregarlos al cliente final en un formato procesado y fácil de entender, siendo soluciones escalables a todos los niveles de la empresa.
En cualquier caso, muchos aspectos de ambos, como la adquisición de datos, ETL, bases de datos (SQL), programación y visualización, se superponen. Sin embargo, podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que su integración es la mejor herramienta y respuesta a la hora de mejorar la visualización de todos estos datos, pudiendo hacerlo a través de diseños dinámicos y actualizados en tiempo real. Y es que, cuando se utilizan conjuntamente, estas herramientas permiten a las compañías mejorar sus operaciones, aumentar su productividad, y reducir costes.
Beneficios de apostar por soluciones BI y GIS
El Business Intelligence es una de las áreas de mayor crecimiento en la industria geoespacial de los últimos tiempos. De la apuesta por soluciones combinadas BI y GIS destacamos los siguientes beneficios:
- Los datos del Business Intelligence incluyen una visión completa de las necesidades y retos de la compañía, permitiendo identificar y priorizar determinadas estrategias y decisiones.
- Impulsar la operación y productividad de las empresas, reduciendo notablemente los costes.
- Organizar y descargar informes basados en datos de manera visual e intuitiva.
- Incrementar la capacidad de análisis y de toma de decisiones.
- Gestionar la organización de manera ágil y completa, teniendo una visión global de los procesos.
- Realizar un seguimiento tanto de los empleados como de los activos y equipos, recopilando e interpretando datos en tiempo real para tomar decisiones informadas.
- Escalabilidad de la solución a los diferentes departamentos de la organización, trabajando todos al unísono.
En definitiva, integrar Buisines Intelligence y GIS es esencial para las empresas a la hora de mantenerse a la vanguardia y seguir siendo competitivas, encontrando en el componente de la localización su mejor aliado, pudiendo comprender mejor las relaciones espaciales, los patrones y las tendencias que serán las que definan la guía a seguir.
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